domingo, 18 de abril de 2021

Libertad o Comunismo (¿el votante de derechas no siente un pelín de vergüenza por su candidata?)

Cuando la actual Presidenta de la Comunidad de Madrid lanzó el eslogan Libertad o Comunismo (sí, ya sé, la primera versión era mas "moderada", el miedo era socialista) me pregunté si el votante medio de derechas clásico no sentiría un poco de vergüenza por la simplicidad de la que hacía gala el eslogan. Tendrás que esperar hasta el final para saber si tengo una respuesta. 



¿Por qué me pregunté si un votante medio de derechas sentiría vergüenza por una dicotomía como la presentada por la Presidenta? En primer lugar, porque aunque yo esté en las antípodas de los principios de estas ideas políticas, mucha gente a la que quiero y respeto las defiende y cree en ellas y en segundo, porque es un silogismo falso en todos sus términos que cualquier cerebro vivo descubre sin dificultad. 

Se supone que la elección "libertad" esta encarnada por Isabel Díaz Ayuso en colaboración con un partido fascistoide. Ya solo con esta frase debería caer el primer termino del silogismo. Si alguien logra que la libertad esté relacionada mínimamente con un partido fascista es el mejor prestidigitador de la Historia. 

En segundo lugar, qué significa libertad. Sin profundizar mucho, podemos entenderlo como la capacidad de actuar por voluntad propia sin ser coaccionado. ¿Eliminará Díaz Ayuso a la policía de la Comunidad de Madrid? ¿Podré entrar en una tienda y llevarme lo que allí tengan sin pagar? ¿Podré ocupar una casa o una habitación de hotel sin pagar? La respuesta es evidente, no. Entonces, ¿podré seguir siendo "coaccionado" en el ejercicio de mi libertad? Sí, la libertad no existe. Las sociedades se rigen por normas. Cuando algo es muy sencillo es muy difícil explicarlo sin recurrir a lo absurdo (porque si tienes que explicarlo es que lo obvio ha sido desatendido). 

La actual Presidenta de la Comunidad de Madrid, como mucho, representa el statu quo o el "laissez faire" de las políticas actuales que favorecen a uno pocos y perjudican a otros muchos. Digo como mucho porque ya ha anunciado una rebaja del IRPF para todas las rentas del 0,5% (una simple regla de tres ofrece una visión de la medida: si ganas 12.000 euros ahorras porcentualmente lo mismo que si ganas 450.000 euros pero el importe real de la rebaja es 24 euros vs 900 euros). 

Díaz Ayuso defiende la libertad de las grandes fortunas que en la Comunidad de Madrid dejan de aportar 900 millones y que solo afecta a 14.000 personas (somos mas de 6,5 millones de madrileños por lo que algo menos del 5% se beneficia - elite de la élite-).  

Díaz Ayudo defiende la libertad de las empresas privadas de sanidad. El modelo impuesto por el Partido Popular desde 1995 de sanidad publica de la Comunidad de Madrid ha logrado que el sistema se sature generando clientes para la sanidad privada tanto de forma directa como indirecta. La contratación de pólizas de seguro médico privado ha crecido casi un 5% (por quienes se lo pueden permitir, claro está). ¿Quién podría esperar que esto pasara siendo Madrid la región que menos invierte en sanidad pública ? 

Díaz Ayuso defiende la libertad de las empresas de enseñanza. Soy padre y victima de esto por lo que no voy a ensañarme. Os facilito algún artículo y ya esta: recortó plazas en enseñanza publica; dejó de invertir 55 millones en enseñanza publica en 2019 mientras aumentaba el gasto en centros concertados (50 millones) y subió un millón de euros la partida para profesores de religión (católica, por supuesto); defiende su modelo incluso mas allá de lo que dura su mandato protegiendo a las empresas privadas de educación traspasándoles clientes hasta el curso 2027-2028 (además, del dinero público que reciben por cada alumno/a el 90% de las escuelas concentradas cobran cuotas mensuales obligatorias -siempre cuento lo mismo: cuando buscábamos cole fuimos a la presentación de una empresa privada de enseñanza en donde se nos dijo que la cuota era "necesaria" no voluntaria-).

Para que no se malinterprete: defiendo la iniciativa privada pero no el capitalismo de amiguetes que se ha seguido en la Comunidad de Madrid, en dónde mantenemos a una clase extractiva en perjuicio de la mayoría de los madrileños. 

No quiero profundizar el la gestión de la pandemia COVID19 en la Comunidad pero sí quiero dejar un par de pinceladas: la libertad que defiende Díaz Ayuso en relación al COVID19 ha llevado a la Comunidad de Madrid a tener un ratio de 2.207 muertos por cada millón de habitantes (14.662 fallecidos). La tasa mas alta entre las grandes capitales europeas. El gobierno Ayuso (del que también forma parte Ciudadanos) ha mantenido y mantiene una macabra estrategia en la gestión de una pandemia que se basa fundamentalmente en no asumir ninguna responsabilidad y buscar culpables fuera (el Gobierno central). Esta política contra el otro no sirve para solucionar problemas pero sí para ganar elecciones.    

Podría seguir desgranando mas "libertades" que defiende Díaz Ayuso o profundizar en su gestión pero no quiero limitarme a una parte del silogismo (ni cerrarme posibilidades de mas entradas en el blog -si encuentro tiempo-). 

The "comunismo" is coming. Perdón. No he podido evitarlo. 

Al principio, el miedo que azuzó el equipo Ayuso era al socialismo pero, sinceramente, ¿quién puede tener miedo a Gabilondo? Un socialista tan inclinado al dialogo que es capaz de decir: "estoy dispuesto a pactar con Ayuso" pero mostrar reparos en hacerlo con Iglesias

Me imagino a MAR (Miguel Ángel Rodriguez, es el genio creador de figuras como Aznar o Ayuso) sacando un buen champán francés de la nevera de la sede de la Calle Génova 13B cuando Pablo Iglesias anunció que entraba en la batalla de Madrid. Levantando el teléfono y diciendo al sucesor de Ayuso en la gestión de las redes sociales del partido en Madrid (supongo que con la perdida de ingresos ya no tendrán a alguien especializado en insultar desde el perfil de un perro): "por favor, cambia el eslogan por Comunismo o Libertad" mientras miraba las burbujas subir por su copa como el número de votos. No solo iba a enterrar a Ciudadanos sino que podría plantear una campaña a lo grande. Sinceramente, siento admiración por este hombre. 

La dicotomía funciona en un entorno tan polarizado como actual. Igual que los fascistoides hacen que afloren todos los miedos de las personas de izquierdas (me incluyo), Pablo Iglesias es el terror hecho hombre para la derecha española. Marx ha muerto. Pablo Iglesias es el comunismo.

Empecemos por una confesión que no sorprenderá a los lectores de este blog. Mi cosmovisión del mundo es coincidente con la de Pablo Iglesias pero si pudiera elegir a alguien que me represente no sería él principalmente porque no logro identificarme con él. Su comunicación (verbal y no verbal) me excluye. Es probable que esas mismas razones sean las que asustan a la derecha española que no está acostumbrada a escuchar verdades como puños sin edulcorantes sobre lo que son y lo que hacen. 

Pablo Iglesias entró en la batalla de Madrid con un partido, Unidas Podemos, que corría serio riesgo de quedar fuera de la Asamblea de Madrid y su sola presencia ha logrado revertir la situación aproximándolo a un 8% en intención de voto . Soy incapaz de calificar a Pablo Iglesias como gestor público, aunque sospecho que no es su mejor característica, pero lo que es evidente es su capacidad como agitador de masas tanto en sus filas como en las contrarias.  

Pablo Iglesias no será el próximo Presidente de la Comunidad de Madrid pero es el contrincante que ha elegido la dupla MAR-Ayuso para movilizar a sus votantes. Ha sido un regalo. La estimación de voto del PP se ve espoleada por su presencia (no exclusivamente).  

Hagamos política ficción: Pablo Iglesias es comunista (me imagino a @JotaPGalindo tirándose de los pelos ahora mismos) y se convierte en el próximo Presidente de la Comunidad de Madrid. ¿Podría convertir la Comunidad de Madrid en una región comunista? ¿Colgaría la hoz y el martillo de cada institución pública madrileña? Si tu cerebro sigue con un mínimo de constantes vitales deberías haberte reído imaginando esto. Si por un solo momento has creído que esto es posible deberías hacer dos cosas: primera, hacer un examen interior para saber si son tus fobias las que gobiernan tu vida y dos, repasar las competencias que tienen las Comunidades Autónomas que, aunque son amplias, no dan para convertir la región en comunista. 

La segunda parte del silogismo es, también, falsa. 

No existe una elección entre libertad y comunismo. Existe una elección entre formas de entender la sociedad: ¿Queremos una sociedad que mime a una élite ya muy mimada o una sociedad que cuide un poco mas a los que menos tienen? 

La alternativa a un gobierno de Ayuso no es un gobierno de Iglesias, es un gobierno de Gabilondo. Dependerá del peso que logre Mas Madrid y Unidas Podemos ese gobierno progresista estará mas al centro derecha (ese es el entorno en el que se siente cómodo el PSOE: sin cambios sustanciales en estructuras económicas pero dando importancia a derechos sociales) o será mas de izquierdas (con mayores opciones de cambiar estructuras económicas).

Si eres votantes socialista es posible que te moleste dónde coloco a tu partido. Me sobran ejemplos para defender mi postura pero me sirve con uno: la negativa a regular los precios de alquiler del PSOE.

Para finalizar, lo prometido. Conozco suficientes votantes de derechas como para tener ejemplos de todo: aprueban las políticas y el eslogan, aprueban las políticas y no el eslogan; aquellos que no aprueban políticas ni eslogan pero que jamás votarán por otra opción e, incluso, aquellos que han votado a otras opciones y volverán a votar a Ayuso (incluso un amigo me llegó a decir que era la mejor candidata del partido fascista). Si los políticos se han convertido en productos, Ayuso ha logrado calar en un sector que se había alejado.  

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