domingo, 9 de agosto de 2020

¿Cerrado por COVID 19? El fútbol modesto mira al abismo.

La probabilidad de que haya fútbol más allá de la Primera y Segunda división se reducen cada día que pasa víctima de la nueva subida en la curva en los contagios de COVID 19. El comunicado de la RFEF parece avocar a la suspensión, en principio, hasta Enero. Igual que para todas las demás actividades, si no logramos un entorno seguro los campos de fútbol no serán un lugar seguro.


Es una decisión complicada que está levantando el rechazo de muchos de los protagonistas de esas categorías encabezados por aquellos que de forma errónea son llamados fútbol no profesional. Según la RAE, profesional es aquel que ejerce una profesión, es decir, el que vive de un determinado trabajo, el volumen de profesionales en 2ºB es muy elevado y significativo en Tercera.

Ellos ven esta suspensión no como una medida de salud pública o seguridad para ellos y sus familias sino como la imposibilidad de lograr el salario del que viven. Son trabajadores que se quedarán en un paro forzoso y cuyas empresas, en muchos casos, podrán entrar en dificultades económicas severas si no se reanuda la competición como estaba previsto. 

Además, es poco probable que en Enero la situación sea diferente (la vacuna todavía tardará algún tiempo en estar disponible para toda la sociedad o, al menos, eso parecen apuntar las noticias que se publican) por lo que supongo que estas Entidades habrán realizado un plan de viabilidad para el peor escenario: no disputar la campaña 2020-2021. Teniendo en cuenta que muchos club viven al día o, en el peor de los casos, gracias el recurso financiero de la deuda, el escenario puede ser catastrófico.

Este colectivo de trabajadores necesita contar con una alternativa a su salario que, como para cualquier otro trabajador, representa una seguridad para afrontar la vida. La situación avoca a negociar ERTEs para futbolistas, cuerpos técnicos y trabajadores de todos estos clubes. Muchos otros trabajadores están viviendo esta situación. Desde el 9 de marzo he contestado a infinidad de personas sobre qué es un ERTE y qué podía suceder con su puesto de trabajo.

Además, el actual Presidente de la RFEF, Luis Rubiales, ya afrontó la situación tirando del fondo de armario económico que tiene esta entidad y aprobando ayudas al fútbol “modesto”. Aunque desconozco los presupuestos de la RFEF parece que su músculo económico está bien entrenado y puede acometer ayudas temporales. 317 millones de presupuesto debería dar para, realizando ajustes, este apoyo económico. 

Por otro lado, el Gobierno español, por medio de líneas ICO, ha dotado de solvencia a entidades financieras que ha permitido que muchas empresas se acojan a estas líneas de créditos permitiendo su supervivencia. Los grandes de nuestra liga, Real Madrid y Barcelona FC, es decir, dos de las pocas empresas multinacionales que tiene este país, hicieron uso de ellas por importe de 200 millones


La alternativa es montar un protocolo como el realizado porla LaLiga. Esto es, probablemente, muchísimo más caro que los ERTE –  en especial para la RFEF que debería costearlo, mientras que con los ERTES es el Estado el que paga un 70% del salario -  y, desde un punto de vista sanitario da menos garantías que la suspensión. 

El protocolo de LaLiga ha estado vivo tres meses aprox y ha movido a menos de 50 equipos pero solo la 2B cuenta con 100 equipos y las medidas de seguridad deberían estar vivas durante mucho más tiempo. Ambos elementos hacen que la probabilidad de que vuelva a suceder un nuevo caso C.F. Fuenlabrada suba de forma exponencial. 


Solo he comentado la situación de equipos en 2ªB y Tercera porque de categorías inferiores no creo que nadie tenga dudas de la suspensión, no existe alternativa ni motivo que justifique competir. Hace unos días dejé mi opinión en este hilo de Twitter.

Mi más sincera solidaridad con todos los trabajadores implicados.  

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